Los vehículos de origen japonés tienen una rica tradición en elegir nombres simples pero efectivos. Y ese es el caso de la Hilux de Toyota.
Este modelo, que nació en el mes de marzo de 1968, fue presentada como sucesor de los Stout y Briska (originalmente, Hino Briska).

La primera Hilux llevaba un motor de 1,5 litros con 4 cilindros en línea y 70 HP. Era el mismo motor del camión liviano Toyoace, cuya configuración era “cab-over”, es decir, con la cabina encima del motor. La flamante Hilux, por el contrario, era del tipo con capó. Traía transmisión manual de 4 velocidades con palanca de cambios al volante, lo cual habilitaba el espacio del habitáculo para tres ocupantes. Pesaba 1.040 kg y su capacidad de carga era de una tonelada.
Esta primera generación fue concebida y diseñada por Toyota para ser producida por su nuevo socio, Hino, que fabricaría la nueva Hilux en su planta de Hamura, Japón. Hino hoy es la marca de camiones y buses de Toyota Motor Corporation.

Además de Japón, Hilux fue introducida en Australia y Arabia Saudita, para luego llegar a Estados Unidos donde, junto con otros modelos como Corolla o Land Cruiser, contribuyó a consolidar a la marca como una de las más importantes del mercado norteamericano. Pocos años después, Hilux ya se producía en Tailandia y Sudáfrica, dos terminales claves para su expansión en Asia, África y Europa.
En 1997 se empezaron a producir las primeras Hilux en la planta argentina de Zárate, en la cual hoy se fabrican unidades de la octava generación, incluyendo las versiones especiales Gazoo Racing Sport y la variante SUV SW4, que se exportan a 23 países.
A esta altura la camioneta mediana de Toyota es un éxito global, pero, ¿por qué se llama así?
En realidad, detrás de ese nombre no existe ninguna genialidad: “Hi-Lux” fusiona las palabras en inglés “high” (alto) y “luxury” (lujo), estrategia parecida a la que años después aplicó Toyota para crear su división de lujo, Lexus (Luxury Export United States).
Gentileza : Parabrisas
