Se celebró, en el Teatro Municipal de Quilmes, el festival de danza de la provincia de Buenos Aires con epicentro en Avellaneda, Quilmes, Berazategui y Florencio Varela.
Este proyecto fue creado por dos gestoras independientes, Glenda Ghetti y Luciana Prato, a partir de la necesidad de la danza en toda la región. Con la idea de promover el arte, entender que la danza es un trabajo, valorizar a los agentes de la danza, como lo son los coreografos, los directores, los docentes, los espacios de formación y darle visibilidad a muchos artistas que eligen expresarse con el movimiento.
Este evento pudo reunir “a todas las danzas en un solo festival”, según señalan las anfitrionas. Un espacio que, no sólo dio lugar a distintas disciplinas y estilos, sino que permitió abordar distintas temáticas y darles un espacio a participantes migrantes y a aquellos que son parte del colectivo LGTB+.
A partir del éxito de la primera edición del proyecto, se unió Usina Este Conurbano que, con el apoyo de las Secretarias de Cultura de cada municipio y del Ministerio de Cultura de la Nación mediante el programa Punto Cultura, creó cuatro obras que fueron estrenadas durante el festival.
La función del sábado 29 tuvo una duración de poco más de dos horas, pese a un breve corte general de luz que se dio en un momento determinado de la noche. En la misma, se llevaron a cabo:
– “Valse de las horas, de la Gioconda”, Ballet Juvenil BY, con coreografía de Marinsky. Una pieza artística que fue seleccionada a partir de un concurso, con jóvenes bailarines que interpretaron a la misma con la delicadeza que define a la danza clásica.
– “Intimidades con Sebastián”, una obra que surgió en el marco de Usina Este Conurbano, con dirección y coreografía de Sandy Brandauer. Interpretada por bailarinas que utilizaban prendas de vestir y teléfonos celulares para llevar adelante una coreografía que invitaba a la reflexión. Con los colores negro y blanco para marcar distintas referencias, como la rutina, la cotidianidad y la tecnología que nos invade.
– “Flores en la cartera”, Amalgama Danza Teatro, una compañía invitada con el apoyo de la Secretaría de Cultura de San Juan, con la dirección General de Sofía Spollansky. Una pieza artística que reflejaba el amor entre dos mujeres. El apego y el desapego emocional.
– “Todxs somos otrxs”, Cia La Troupe, otra obra seleccionada por concurso. Con dirección y coreografía de Juan Sebastián Suárez. “¿Es la identidad un punto de llegada o estamos casi todo el tiempo en una búsqueda infinita arrojados a la pregunta permanente por saber quién soy yo?”. La idea de identidad y del otrx, llevada adelante por jóvenes bailarines, que representaban distintas personalidades y que, con distintos estilos, deleitaron al público con su arte.
– “Tango todo suite”, Compañía Argentina de Arte, obra seleccionada por concurso. Una creación de Marianela Bidondo sobre el tango, representada por dos parejas de baile. No sólo contó con una representación clásica del estilo ya mencionado, sino que también se realizó a través de la danza clásica.
– “Me voy amor”, Compañía Sumampa, también seleccionada por concurso. Con dirección y coreografías de Marlen Ferlaza y Adrián Giménez. El folklore se adueñó del escenario con las representaciones escénicas de todos los bailarines.
El cierre estuvo a cargo de una compañía invitada, Ballet Raíces del Sur, que presentó “Resistencia: Identidad y memorias de mi pueblo”. Con la dirección general de Nancy Carpinelli y Fabián Albarracin. Una serie de distintas escenas que reflejaron parte de la historia de la Argentina y de Latinoamerica.
A través de la danza representaron invasiones históricas, la lucha de los trabajadores, las desapariciones durante de la última Dictadura Militar y la importancia de la unión de todos los países latinoamericanos. Un cierre inesperado, emocionante y que reflejó la importancia que tiene la danza como un medio de comunicación.
Licenciada en Comunicación Social
@micaamorales